Si después de meses de calor notas una brisa fresquita, es porque los duendecillos del Otoño nos traen la estación. Se ayudan de los petirrojos, que los llevan de ramita en ramita cambiando el color de las hojas de verde a cobrizo. Las que deben caer, caen, para que cuando llegue la Primavera vuelvan a salir vigorosas.